La vida tiene muchos pequeños placeres que nos hacen cada día un poquito más felices. Hoy he disfrutado de uno de ellos, "tipical spanish" me he hecho una siesta, no una siesta cualquiera. Estaba cansadísima y cuando he llegado a casa, he comido y me he echado en el sofá. Como sabía que me iba a quedar dormida me he puesto el despertador para que me llamara en 40 minutos pero cuando ha sonado, "sin querer" lo he desconectado y no ha vuelto a sonar… hasta que a las 20'30 pasadas he abierto los ojos y me he dado cuenta de la hora… Sé que no debería haber hecho una siesta de más de dos horas y media… pero y lo bien que me he quedado… uff!! No tiene precio!
martes, 27 de mayo de 2008
Pequeños placeres de la vida
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Woaa!! Esas siestas son lo más! Que te levantas y estas hiperelajada, no te duele nada... Luego pudiste dormir por la noche?
Publicar un comentario