Segundo día en Bruselas

A la mañana siguiente hacía fresco pero se podía ir con manga corta, así que dejamos el Atomium, los jardines reales y otras cosas para el día siguiente y vimos el centro de la ciudad, entramos al Museo del Cacao y del Chocolate y degustamos todo lo que nos dieron para degustar, bombones incluidos, jijiji. Vimos en Manneken Pis, que no es más que un niño meando! Y que allí es muy conocido, la catedral... y andamos por todo el centro.

Nos tomamos la segunda cervecita de frambuesa (cuando mi chico se fue a hacer pis, me tomé un poquito de la suya, jeje) y nos fuimos a
Por la tarde fuimos el Parlamento europeo y ahí cerca el museo de ciencias naturales con la mayor exposición mundial de dinosaurios! Aunque no pudimos ver todo el museo entero porque nos cerraban ya, una lástima, porque era precioso!!

Cansados como estábamos, compramos algo para cenar y nos fuimos hacia el hotel... pero se ve que mi chico no tenía suficiente con habernos pasado el día andando... si no que quiso "llevarme por un atajo al hotel" y mira que yo le dije, que en una línea recta (que era el camino que hacíamos para ir al hotel) NO PUEDE HABER ATAJOS!! Pero no sé por que le dejé hacer y nos alejamos más de dos kilómetros del metro más cercano al hotel con el dichoso atajo! Casi me lo como, cuando vi lo lejos que estábamos pensé que podía hacer dos cosas:

• Matarlo y arrastrar el cadaver conmigo.
• No hablarle ni mirarme para que no tuviera malos pensamientos.

Opté por lo segundo ya que mi chico pesa bastante más que yo y no creo que pudiese con él... y me pregunta:

-¿Te pasa algo conmigo?

Lo miré y creo que vió como me salía fuego de los ojos y orejas y no dijo nada más. Creo que lo entendió.

Llegamos al hotel y me preparó un bañito, pidió clemencia y al final le dejé que se me acercara y que me diera un besito.

Pasado el cabreo, cenamos y decidimos lo que haríamos al día siguiente...